Servio Tulio y de como «si se cierra una puerta, la diosa (Fortuna) abre una ventana»
El rey de Roma Servio Tulio (hacia 578 a. C.–c. 534 a. C. fecha tradicional aunque controvertida), decía tener una relación especial con dos dioses: Vulcano (Hefesto), al que levantó un altar en el Comicio de Roma, según la tradición él había engendrado al rey Servio mediante una chispa de una hoguera, dejando embarazada a su madre Ocrisia. Por este motivo este monarca etrusco creía contar con los favores de este dios. Pero, también decía gozar de la protección de una diosa, Fortuna (diosa de la buena suerte). A esta diosa le dedicó muchos santuarios en la ciudad, uno de ellos en el Foro Boario del que han llegado hasta nosotros algunos restos.
Según contaba la leyenda, Servio tenía una aventura amorosa con esta divinidad, que entraba en su dormitorio por una ventana, la llamada Porta Fenestella.
Ventana de Pompeya.
Curiosamente, en el Oriente Próximo existía un rito que servía para legitimar la monarquía, cuando el rey era dudoso. El nombre que recibía era el de «bodas sacras» y consistía en la unión durante la noche del rey con la diosa el templo, a veces incluso llevándose a cabo el acto sexual haciendo de diosa un sacerdotisa, una prostituta del templo o una esclava. Cuando la boda sagrada era consumada comenzaba el reinado y era la propia diosa la que anunciaba por una ventana del templo la aprobación del nuevo monarca.
«Diosa de la ventana», ss. IX-VIII a. C.
¿Y qué tiene que ver este rito oriental con Roma? Resulta que, según el mito, Tanaquil, esposa de Tarquinio, monarca al que sucedió Servio, fue la instigadora para que este etrusco reinara (su biografía hasta convertirse en rey es bastante oscura). Ella, igual que la diosa, se dirigió por una ventana al pueblo para anunciar al nuevo monarca.
Plutarco nos cuenta lo siguiente:
«¿Por qué llaman a una Única puerta «ventana», pues esto significa «fenestra» y junto a ella está la llamada «cámara de la fortuna»?
¿Acaso porque el rey Servio, que fue afortunadísimo, tenía fama de conversar con Fortuna que le visitaba por la ventana?
¿O esto es una invención, dado que cuando murió el rey Tarquinio Prisco, su mujer Tanaquil, sensata y regia, asomándose a la ventana se dirigió a sus ciudadanos y les persuadió a que designaran rey a Servio y por esto el lugar tomó este nombre?» (Cuestiones Romanas 36).
Es curiosa la aparición de la «ventana» por dos veces en la historia de este rey: por una parte fue un elemento indispensable en su nombramiento como gobernante tras el anuncio por parte de la esposa del anterior monarca como sucesor, cuando era un personaje que había salido de la nada y sobre el cual siempre se ha especulado muchísimo; y por otra, era el lugar donde entraba la diosa Fortuna para realizar el acto amoroso con él y aconsejarle sobre su gobierno y así legitimándole.
Servio Tulio
Frans Huys, s. XVI
Fuente: wikipedia
Ya sabéis lo que se dice: «Cuando Dios te cierra una puerta, se abre una ventana», pues a Servio le viene como anillo al dedo ese refrán.
Texto de Plutarco de M. López Salvá para editorial Gredos.
Autora: María Engracia Muñoz-Santos
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