La Ración K era el kit de alimentación diaria soldado norteamericano que fue introducida por el ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su creador fue Ancel Keys, profesor de la Universidad de Minnesota, un renombrado experto en dietética. Doctorado en Berkeleyy Cambrigde, asesoró al Departamento de Defensa de EEUU durante la guerra y contribuyó a mejorar el valor nutritivo de las raciones de combate del ejército norteamericano, desarrollando la llamada «ración K».
Estas raciones de combate fueron pensadas para un día y estaban compuestas de tres partes o unidades distribuidas en otras tantas cajas o paquetes: desayuno (breakfast), comida (dinner) y cena (supper), siendo el color de los envases rojo, azul y verde, respectivamente. Dichos envases o embalajes eran parafinados, para ser resistentes al agua y al gas de combate.
La composición varió regularmente durante la guerra, pero generalmente estaban compuestas de dos paquetes de galletas, cigarrillos, chicles, azúcar (granulada, en cubitos o comprimida), café instantáneo y una llave para abrir las latas de conservas (las cuales podían ser de carne, huevos, fruta, queso, jugo de limón, naranja o uva). Ademas incluían papel higiénico, cerillas, tabletas para purificar agua, sal en tabletas, un paquete de caldo, chocolates, dulces, caramelos o barras de cereal. Las últimas comidas que salieron de la cadena de producción contenían una cuchara de madera y un abrelatas plegable (que sustituía a la llave original). Por ejemplo, un desayuno típico contenía huevos mezclados con jamón en una lata, galletas secas, una barra de frutas secas y otra de cereales, café soluble, azucarillos, cigarrillos (cuatro), chicles y tabletas de purificación de agua.
La Ración K no es sino el perfeccionamiento de un invento militar ya mencionado en el ejército imperial romano. Así, los legionarios recibían una ración diaria de un kilo y medio que totalizaba unas 3.500 kilocalorías, compuesta básicamente de una galleta, el bucellatum, a base de trigo, sal y aceite de oliva. Todo esto se complementaba con verduras, legumbres, frutas y carne seca o salada, así como aceite de oliva (sin contar, por supuesto, los víveres frescos comprados o saqueados). Para purificar el agua se utilizaba vinagre, un antibacteriano relativamente eficaz.
La ración aportaba al combatiente entre 2.800 y 3.000 kilocalorías diarias y estaba pensada para períodos de 2 o 3 días, como mucho. Evaluado por soldados en entrenamiento en los Estados Unidos o en condiciones poco realistas, este aporte se rebela insuficiente para cubrir las necesidades sobre el terreno real, estimadas en unas 3.600 kcal, sobre todo en los trópicos. Pero la fórmula es tan práctica y simplifica de manera tan eficaz la logística que es adoptada por todas las unidades y se convierte el avituallamiento“estándar” de las unidades en movimiento. Hasta tal punto el US Armyabusa de la fórmula, dejando a los hombres sin otra alimentación durante semanas acarreando problemas de malnutrición crónicos. Por ejemplo, alimentados en un 80% por Raciones K, los Merril’s Marauders que operaban detrás de las líneas japonesas en Birmania perdían de media 16 kg de peso en cinco meses.
Fueron producidas entre 1942 y 1945 por R&D Laboratory’s. El primer pedido de Raciones K es solicitado en mayo de 1942, la producción alcanza un pico de 105 millones en 1944 (el total de la producción parece ser desconocido, pero debe rondar alrededor de 250 a 300 millones). La producción está asegurada por los grandes especialistas de la industria agroalimentaria: Cracker Jack ( Chicago, Michigan), Chattem ( Chattanooga, Tennessee) Kellogg (Battle Creek, Michigan), etc. El ejército consciente de los límites de la fórmula, recomienda su abandono en 1946. Los stocks restantes serán distribuidos para la alimentación de los civiles de los países ocupados.
Las Raciones K no eran las únicas destinadas a alimentar las tropas en campaña. Con preferencia a la ración K, reservada principalmente en casos urgentes, los soldados reciben raciones frescas elaboradas por las cocinas de campaña (víveres frescos: Raciones A, víveres en lata: Raciones B) o distribuidas individualmente en latas (Raciones C, estas últimas, sustituyen progresivamente a las raciones K) La Ración D compacta y llena de energía (1800 kcal en tres barras de 113 gr) para el combate y la supervivencia, era fabricada por Hershey’s a base de chocolate, azúcar, harina de avena, manteca de cacao, leche en polvo y aroma artificial amargo destinado a impedir sus consumo como golosina (el conjunto no se fundía a menos de 50 grados). También existían otras raciones especiales, destinadas a las operaciones en la jungla, a las tripulaciones de avión, balsas de salvamento, tropas de asalto (Ración X).
Las Raciones K eran poco apreciadas por los soldados, parece ser por resultar excesivamente salado su contenido. Por ejemplo, Antony Beevor, en su libro «El Día D: La Batalla de Normandía», cuenta por ejemplo, como durante la campaña normanda «se popularizó un chiste que decía que los prisioneros de guerra alemanes se quejaba de que obligarles a comer las raciones K era una violación de la Convención de Ginebra». Dicho autor cuenta, incluso como la limonada en polvo con vitamina C se utilizaba para limpiar y fregar los platos.
Quizás por ello, y pese a su practicidad y su valor nutritivo, fueron remplazadas después de 1946 por las Raciones C, algo más sabrosas. ElUS Army introdujo en 1958 la ración Meal Combat Individual (MCI)más elaborada y equilibrada, ancestro de la actual Meal Ready to Eat (MRE) – ración de combate de las tropas americanas desde 1981 – que ofrece 3600 kcal diarias en tres comidas (con un consumo limitado a 21 días).
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