Maquizcohuatl, la serpiente de turquesa
Las serpientes de dos cabezas, una donde suele estar, la segunda en la cola, no existieron únicamente en Europa. Existen multitud de indicios que prueban que hace muchos siglos habitaron en distintos puntos del planeta. La variedad más famosa de todas ellas, la anfisbena, fue vista en Europa: su figura desconcertante inspiró diversos relatos e interpretaciones. En el continente que hoy llamamos América, la serpiente bicéfala vivió amparada por climas semitropicales. El muy grande emperador Moctezuma tuvo en su zoológico personal un magnífico ejemplar de esta víbora. Solía impresionar a cortesanos y los visitantes, a quienes les mostraba, orgulloso, sus tesoros. Una hermosa escultura de ese reptil es conservada en el British Museum. Permanece en la sala destinada a la cultura azteca y es considerada una de las obras maestras del célebre recinto.
Según la ficha, la pieza, cubierta por pequeñas placas de turquesa, data de 1500 luego de Cristo. Era parte del complejo y poco estudiado rito religioso destinado a Quetzalcóatl. Su origen, precisa el catálogo, es azteca/mixteca. No hay más información, la obra prehispánica se defiende sólo con su notable belleza y aparece tanto en el inventario como en un disco compacto, en cuya portada luce espléndido el extraño reptante.
Está prácticamente intacta: bien conservada; sus cuatro inquietos y luminosos ojos miran la eternidad. Existen múltiples máscaras, vasijas, esculturas y collares de varias culturas prehispánicas en diversos países del mundo. El museo británico de Londres, conserva la escultura de una serpiente de dos cabezas, que ha llegado a convertirse en el emblema del museo, figura muy representativa de los mexicanos. Siendo este un símbolo fundacional: La serpiente, como esta de dos cabezas en turquesa, era un animal mítico para los aztecas. Junto con el mito fundacional de Tenochtitlán, el águila sobre un nopal, el carácter simbólico del reptil resistió los siglos de colonización y pasó a integrar el escudo nacio
nal de México. Sin lugar a dudas una excelsa pieza que muestra la conjunción de tranquilidad y concepción estética de un artesano mixteco que laboro en la corte de Moctezuma II.
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